martes, 3 de junio de 2014

CAPITULO 3

    Los días pasaron, no supe nada más de él. Tomé varias veces e autobús a la misma hora,  sin tener noticias. Es raro lo que puede hacer la mente, mi mente. Una vez más sentí esperanzas de algo que nunca podría pasar.

Decidí reservar esta historia de Valentín, no contarle a nadie. De todos modos, no había mucho que contar. Seguí con la mi vida normal. Tenía muchas cosas en que pensar, en unos días mas nos llevarían a un Tour por varios lugares como hoteles, agencias de turismo, algunos restaurantes. En cada uno de esos lugares elegirían a un estudiante para que trabajara y se interiorizara, esta era una gran oportunidad para empezar en el campo laboral. Tengo que dar lo mejor de mí, debía ser el mejor. No podía permitirme distracciones.  

            Eran las diez de la mañana, el mes de Mayo había llegado con mucho frío. Llevaba poco tiempo en clases, menos de un mes, no hablaba con mucha gente, me sentía algo aislado pero era lo mejor. Mis amigas estudiaban en distintos lugares, habíamos perdido el contacto físico, pero siempre estábamos comunicados en las redes sociales. Pocas personas, en clases, se veían bastante confiables, pero yo no soy del tipo que se abren a una nueva relación amistosa tan rápido. Escuchaba las conversaciones de algunas chicas que trataban de amores que empezaban y terminaban muy rápido, otras que llevaban mucho tiempo, y estaba mi realidad. Nunca había tenido alguna. No tenía experiencia alguna en el tema

            A las doce en punto partimos en el autobús de la Universidad al Tour donde nos harían algunas preguntas y según nuestras aptitudes y cocimientos nos dejarían trabajar y aprender. Tendríamos que atender a turistas extranjeros, realizar algunas traducciones, era algo ansiaba de hace mucho tiempo. El profesor encargado nos dijo que dependiendo de cómo lo hacíamos podríamos quedar trabajando por mucho tiempo. El primer Lugar que visitamos fue el Hotel plaza, se caracterizaba por la contratación en mayor parte de mujeres, en ese lugar quedo Javiera, era una chica muy agradable, con un carisma bastante especial, siempre tenia una sonrisa para compartir, no hemos hablado mucho, pero solo tengo buenos aspectos. Ella se quedo ahí, los demás seguimos en el viaje.

            Eran las tres de a tarde y varios compañeros ya no nos acompañaban, todos estaban en sus lugares nuevos de aprendizaje. Llegamos al Hotel Gran Palacio, era uno de los más importantes de la ciudad, caracterizado por recibir a presidentes, estrellas de la música, y reconocidos actores. Nos recibió Anita la encarada del área de Turismo. A simple vista se veía muy joven para el cargo que ocupaba, no tenia más de 26 años. Ella era la que planificaba las actividades para los huéspedes del Hotel. El alumno que quedara en ese lugar iba a trabajar directamente con ella, iba a ser el asistente, el que acompañaría a los turistas en los recorridos.


            Nos llevo por un pasillo hasta un auditorio, donde estaba el gerente general de Hotel, el era quien elegiría al alumno. Según Anita, el era uno de los mas entusiasmados en este nuevo proyecto. Para el lo mas importante era conseguir gente sin experiencia en el campo, de este modo formar personal que se amoldara a los intereses de la empresa. Era un buen lugar para empezar, me gustaría mucho poder quedar aquí.

            Entramos en el auditorio, y mi corazón empezó a latir muy rápido, el estomago me empezó a doler, las manos me sudaban bastante, los nervios se apoderaron de mí y no precisamente por ser elegido si no que para mi sorpresa estaba Valentín sentado en primera fila, junto con otras personas. Pero ¿Qué hacía el ahí? De manera veloz recordé que me dijo que trabajaba en un Hotel. Nunca me imagine que fuera este. Nunca hablamos en dónde trabaja, de hecho hablamos muy poco, no podía conocer todo el en unas cuadras cuando me fue a dejar a casa. Él no me vio entrar, me senté en el último puesto, lo mas lejos posible, para que no me viera.  Tal vez, ni se acordaría de que existo. Anita se paro frente a los alumnos y dijo:

-Estoy muy contenta de tenerlos aquí, será una linda experiencia, ahora los voy a dejar con el gerente, quien estará a cargo de elegir a uno de ustedes el Señor Valentín Henríquez.


miércoles, 28 de mayo de 2014

CAPITULO 2

-¡Espera!, grite muy fuerte. Él paro en seco, y lentamente se dio vuelta para ver quién era. Me miro. Mi cara estaba muy roja, nunca antes había hecho algo así. Siempre devuelvo cosas que encuentro perdidas, pero ahora era algo especial, mi estomago no dejaba de sentir esas mariposas de las cuales todos hablan. Me sentía bastante nervioso. Me acerqué a el lentamente, su expresión era muy seria.
- ¿Qué pasa?- Me dijo, su tono era muy frío. Le muestro el pendrive y su cara cambia muy rápido.
- Se te ha caído esto en el autobús- Mis manos temblaban.
- No me dí cuenta, muchas gracias, tengo información muy importante.
- De nada, siempre he dicho, si algo se me pierde me encantaría que me lo devolvieran, así que siempre entrego lo que encuentro- mi boca estaba seca, sentí que hablaba demasiado.
- ¡Te pasaste!- Respondió.
            Hubo una pausa, no supe que decir. Como siempre me pasa cada que vez que veo a alguien que me llama la atención. Se me olvida todo.
- Me tengo que ir- dije algo desanimado, esperaba que dijera algo más- tengo que caminar unas cuadras mas, ya que me baje antes -.
- ¿Te bajaste solo por eso? ¡Eres un tipo genial!, estoy muy agradecido- con esas palabras más nervioso me puse.
- De nada, me voy. ¡Ah! Y ten mas cuidado para la próxima- Camine lentamente, dándole la espalda. ¿Lo volvería a ver de nuevo? Es increíble como son los sentimientos, lo único que quería era hablarle nuevamente. Es raro como un desconocido puede llamar mi atención de esa manera.
            Puse Play nuevamente al celular, de pronto sentí una mano que toco mi hombro, me doy vuelta muy rápido y para sorpresa mía, era VHS.
- Estas calles son algo peligrosas a esta hora, te acompañaré a casa-.
- No te preocupes, puedo cuidarme solo- Me hice el valiente, pero tenía razón, eran casi las once de la noche, y la mayoría de los postes estaban malos.  
- No aceptaré un no por respuesta, es lo mínimo que puedo hacer. Te bajaste varias cuadras solo para entregar algo que por descuidado perdí- Su cara ya no era sería, era la de un tipo feliz, agradecido, amable.
- Bueno, acompáñame- Esto es algo que nunca pensé que pasaría en mi vida.
- Genial, no hay problema- Respondió y empezamos a caminar uno a lado del otro, era muy alto, no me había percatado de eso. Usaba Barba. Guardo sus audífonos en el bolso - ¿Cómo te llamas?- Preguntó
- Daslav, ¿Y tú?
- Es bastante raro tu nombre- Es típico de quien me primera vez me pregunta el nombre decir que es raro- Valentín- Ahora entendí, las letras de pendrive, eran sus iniciales. Aun no era el momento de saber que significaban las H y S.
- Un Gusto, Valentín-.
- Él gusto es mío- Mi corazón se acelero una vez más- ¿Por qué vas tan tarde a casa?
- Estaba en clases, los días jueves son muy largos para mí.
- ¿Qué estudias?- preguntó, y me sentí en una entrevista, no lo conocía así que era aceptable.
- Traducción de inglés- Cada vez que digo lo que estudio no falta el que dice “dime algo en inglés”.
- Que lindo es el inglés- respondió- me encanta, pero yo se muy pocas cosas.
- Es cuestión de práctica, yo estoy empezando recién, pero me encanta. ¿Y tú, qué haces?
- Trabajo en un hotel- me miró y dejo ver una sonrisa.
- ¿Qué es tan gracioso?- le dije.
- Tú cara- En sus mejillas, cada vez que se reía se producían esas lindas margaritas.
- ¿Mi cara? ¿Qué tiene mi cara? – Los nervios volvieron a mi nuevamente-
-  Te vez nervioso. Relájate.
- jajaja, Ok. Lo intentaré.
            Caminamos lentamente, yo lo hacía para poder saber mas cosas de él, para saber que tan parecidas eran a las invenciones que me hice en el autobús. No era nada igual. Tenía 28 años. Me contó que su padre murió cuando tenía veinticinco años. Me dijo que había hablado con un extraño y que le caí muy bien. Además estaba aun muy agradecido por devolverle lo que perdió. Tenía el respaldo de la información de su computador que estaba en reparación.
            Faltaba solo una cuadra para mi casa, desde la esquina la vi. No quería llegar, solo tenía ganas de seguir hablando. Me sentí tan cómodo.
- Llegamos, aquí vivo - coloque una cara algo triste.
- Vivimos cerca- fueron veinte minutos caminando, ¿Cerca?
- Claro, debo entrar, mi madre debe estar algo preocupada- No quería entrar
- Bueno- Me estira su mano para estrecharla, le respondo y me tira levente hacía él y me abraza tal como si fuéramos amigos de hace muchos años- Gracias una vez mas por el pendrive.
- De nada, cuídate- me soltó y camine hacia la puerta de mi casa.

            Eran casi las tres de la mañana, era imposible conciliar el sueño, daba vueltas en la cama, no podía dejar de pensar en Valentín, aquel joven que casi pierde su pendrive, aquel joven que hizo de mi jueves el mejor día de la semana.



miércoles, 7 de mayo de 2014

CAPITULO 1

       Habían pasado ya diez minutos y el autobús no llegaba. Toda la gente que esperaba se cansó de hacerlo y se fue. Era el único en aquel lugar. Solo faltaban cinco minutos para que fueran las diez de la noche, el paradero estaba ubicado en el lugar más oscuro de la calle.

            Para momentos de espera agradecí a quien invento los audífonos, es increíble como al conectarlos al celular o cualquier dispositivo de música, uno se puede transportar automáticamente a un mundo donde solo estas tu. En mi mente, según la canción que estaba tocando, me imaginaba un sinfín de lugares, un sinfín de situaciones, solo era yo. Todos esos pensamientos se esfumaron al sentir la presencia de alguien que estaba detrás de mí. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, lo primero que pensé ¿Un ladrón? Espere sin mostrar algún gesto de miedo. Al final del camino una luz se aproximaba, era el autobús que pasó 20 minutos mas tarde de lo habitual. Me levante sin mirar a mí alrededor por el temor de ver quien estaba a unos pasos de mí. El transporte se detuvo, en su interior un hombre con aspecto de cansancio me deja entrar.

            Mientras caminaba velozmente hacia el asiento, sabía que la persona que estaba detrás de mí subiría. Levanto mi mirada y veo a un joven, usaba un bolso cruzado, audífonos parecidos a los míos, además de una camisa negra. A parte de los dos había tres personas mas, sentó un par de asiento delante de mí. 


            El camino hacia mi hogar era largo, alrededor de 25 minutos. Siempre los viajes se vuelven aburridos, pero esta vez existía algo que me hacia olvidar todo. Aquel joven que antes de sentarse me observo bastante. Sentí una conexión y  muchas ganas de hablar con él, me levanté y me senté a su lado y lo salude, veo su cara de asombro al ver que un extraño le esta hablando. Le comenté que realmente me asusto en el paradero y que no quise mirarlo por miedo a que fuera un ladrón. Al poco rato de hablar ya sabía muchas cosas de él, estudiaba para ser profesor, tenia 26 años y para suerte mía vivía a unas cuadras de mi hogar, me dijo que era bastante raro entablar una conversación con un desconocido en un autobús, pero le agrado hacerlo, y al final me pregunto si algún día quería salir a caminar o a tomar algo; de pronto la micro paró fuertemente, miro a mi alrededor y veo a aquel personaje misterioso levantándose para  bajar,  faltaban diez cuadras para llegar a mi casa y todo aquello que había pasado solo ocurrió en mi mente, una vez más mis pensamientos me jugaron en contra. Al verlo caminar hacia la bajada observé que algo se le había caído, un pendrive de color rojo, él ya estaba en la calle, recogí el objeto del suelo lo observé rápidamente y veo las iniciales V H S. Dos opciones se venían a mi cabeza: la primera sentarme nuevamente, esperar a verlo otro día en el mismo lugar para entregarle lo que perdió y la segunda: bajar de inmediato.

domingo, 20 de octubre de 2013

¿ELEGÍ LA SOLEDAD?

Es una pregunta que se me viene a la cabeza constantemente. Tal vez la respuesta es sí. Quiero estar solo, no quiero sufrir por alguien, no quiero volver a pasar por lo mismo otra vez, no quiero sentir algo por una persona que me dirá “somos solo amigos”, no quiero verme frágil por otra persona de nuevo. Quizás la respuesta sea no. No he elegido la soledad, es por que estoy esperando a aquella persona que realmente me llene de buenos sentimientos y sea reciproco. 

Sin embargo no puedo negar que he tenido opciones o quizás son solo mis pensamientos los que me llevan a creer que las tengo. Pero lo que estoy seguro de que mi gran problema en este tema de la soledad es siempre fijar mis sentimientos en aquel que nunca se podrá fijar en mi.

No se si será mi radar o el solo querer encontrar ese alguien que cumpla todos los requisitos lo que me ha llevado a mirar mas allá de tan solo amistad.

La soledad muchas veces no es algo que se elija. Muchas veces son las decisiones que uno va tomando en el camino lo que nos alejan de las personas. Debo admitir que mis decisiones no me alejan de la gente, soy yo el que lo hace, prefiero tener a la gente cerca mío a perderlos por tan solo decir lo que siento.

Hay días en que no quiero estarlo, tan solo disfrutar de una conversación, de una película, o tan solo mirarse uno al otro es lo que he querido. Quizás suene algo cursi, pero es algo que siempre he añorado. Otros días me vienen a la mente peleas, malos sentimientos, que tiene las parejas, que me dan ganas de no tener a nadie cerca mío para no hacer sufrir o que me hagan sufrir.

Recordando conversaciones antiguas, un día en el parque conversando con K, le dije que me gustaría vivir las situaciones, quizás que alguien mi hiciera daño en una relación o no, una relación donde todo fuera lindo. Lo anterior para poder tener experiencias, y de ese modo a futuro saber que hacer si es que vuelve a pasar, no es lo mismo dar consejos poniéndose en el lugar de la persona, a haber tenido la experiencia de algo parecido.

Hoy K ya tiene su relación, esta viviendo algo que aunque va algo rápido,  hace que ella se sienta bien y feliz, debo admitir que me da algo de envidia.


La vida es un constante camino, lo importante es vivir, cada uno elige como es su camino, puede ser con el amor de alguien tan solo abriendo el corazón y expresando todos aquellos sentimientos, o puede ser solitario viendo desde afuera como las personas que están a nuestro alrededor tratan de se felices.

viernes, 27 de septiembre de 2013

MY FIRST LOVE

Creo que una de las cosas que más difícil me ha tocado afrontar en la vida es haberme tenido que aceptar homosexual.  Si soy gay, pero no cualquier gay, el rosado no es parte de mi vida, no es el color con el cual tenga que identificarme. Soy un gay como se dice… “Piola”. Cada quien se muestra como es, es lo principal para no caer en la discriminación.

Me asumí a los 17 años, la edad normal en la cual se debiera aceptar la sexualidad de  las personas  según algunos estudios Psicológicos  (cristina ves que no olvido la P). Fue a esa edad en al cual con una simple frase mi mundo se vino abajo. Si no fuera por G, tal vez yo no estaría escribiendo este blog.

Recuerdo que estaba hablando con G, en el día antes de salir de vacaciones de invierno, ese día me hablo por descarte, por que ambos estábamos solos, y sus amigas no estaban. Fue en ese momento el cual el se abrió conmigo. Siempre sentí algo hacia el, siempre, pero no fue hasta el momento que me dijo “soy gay” que me di cuenta de todo lo que sentía por el. En fin, de que hablaba… Ah si, de mi aceptación. Este joven me contaba de sus problemas, de todo lo que  paso junto a su familia por el mismo tema y en ese momento me dije a mi mismo “Mismo, te has quejado por puras tonteras, el ya se acepto, por que tú no!”. Ese día caí en depresión, por que era gay.

Al paso de los días, fue todo un torbellino de ideas que estaban en mi mente. Muchas preguntas: ¿Qué dirá mi madre? ¿Mi padre me va a matar? ¿Mi hermano? ¿Mis amigos? Todo eso pasa por la mente de un joven el cual esta a punto de afrontar la vida. Las oportunidades estaban ahí, quería contarle al mundo como era, pero me daba miedo. Ese miedo al que dirán mas aun cuando no tiene s a quien contarle tus cosas. Estaba mi familia, mis amigos, pero no sabía cual era su reacción al respecto.

Pasaron los días, y opte por callar una vez mas, pero esta vez era distinto. Era gay.
Mis sentimientos hacia G no cambiaron, aumentaron, sentía que podía tener algo con el, que me podía ayudar. Quizás confundí la amistad con amor, tal vez no. En ese momento el era una de las razones por las cuales yo quería ir al colegio, me sentí enamorado y con tal solo verlo me conformaba, de cierto modo esto no ha cambiado mucho. Sentí que el fue mi primer amor.

Se acercaba el último día de clases de toda mi vida, es ahí cuando con un simple juego de decir la verdad, sale a flote lo que mas había guardado, fue ahí cuando les dije a mis amigas todo. Uff fue el momento extraño, fue un momento en el cual sentí que gran parte del peso de mi mochila se iba. Me sentí bien, mas que bien. Al decir esto necesite mucha valentía. Mas aun tuve que desmentir cosas que había dicho con anterioridad.

En mi vida hubo muchas presiones, las hay todavía. Una de ellas era la famosa frase “cuando va a traer una polola” o “Quien te gusta”.  Fue ahí cuando invente que me gustaba una chica para distraer la atención. Esta mentira blanca se salio de su curso. Me sentía tan mal, pero tan mal, por que involucre a gente que no tenía nada que ver, nada! Al final nadie salio lastimado.

Era último día de clases de mi vida, y se me ocurre escribir una carta a cada uno de mis compañeros, pero una iba con muchas declaraciones. Esta carta era para G. Él no llego a la misma hora, fue en ese momento cuando recibí muchas disculpas por el bullying que me habían hecho en varios años. Hasta que llegó G, se la entregué y le dije “no la leas ahora”. No me hizo caso, no quería verlo después de que la leyera. En la carta no había declaración alguna de mi amor hacia el. Solo que me había ayudado mucho en mi trayecto a lo que soy. Después el corrió hacia mi, me abrazo y dijo “ Te quiero mucho, amigo. Nunca te dejes pisotear. Eres una muy buena persona y nunca te voy a olvidar”. Tal vez sea algo extraño que recuerde sus palabras, ya han pasado siete años desde aquel momento.

Es así como no le dije nada, es así como empezó mi vida ocultando sentimientos. La explicación que me he dado del por que hago eso, es por el simple hecho de no salir lastimado, por mantener una coraza frente a los demás. Al año siguiente, le dije a G lo que sentía, el no respondió algo lindo, si no que fue algo como “Solo podemos ser amigos, y no quiero hacerte daño”. Caí en una depresión, me sentía mal. Me sentí tonto por querer a alguien que nunca iba a sentir algo parecido a mi, me costo varios años, pues  el fue mi primer amor, la primera persona gay que conocía y la primera por la cual sentía algo.

Hoy solo puedo decir que le tengo un gran cariño, G guarda un gran espacio en mi corazón. A pesar de que no hablamos el lo ocupa.

Esta es una de las historias que muchos no saben de mi vida. My First Love

jueves, 21 de marzo de 2013

VIDA


Me he visto en días diferentes y raros como yo
Me he visto llegar a la cima y ha dolido más el golpe al caer.
Me he visto llorar de rabia y nunca de alegría.
Me he visto enamorarme y nunca decirlo.
Me he visto viajar a muchas partes en mis sueños y nunca realizarlo.
Me he visto sentir el cariño de muchos y rechazarlo por el miedo a sufrir
Me he visto olvidando todo de ti en un año y recordar todo al verte en un minuto
Me he visto rodeado de gente y solo a la vez
Me he visto con gente diferente y llamarlos mejores amigos
Me he visto con personas en quien confío y sentir que ellos en mi no
Me he visto cantar fuertemente y que la gente me mire como loco alrededor
Me he visto esperando que llegue alguien especial y darme cuenta que he perdido tiempo
Me he visto hablando de sentimientos y pensar como una persona superficial
Pero,
Me he visto ser feliz en situaciones pequeñas que llenan el alma
Me he visto conversar con Anita y disfrutar de esos momentos
Me he visto esperar más de ocho horas con Karen y disfrutar con ella el mejor concierto
Me he visto caminar con Piera y disfrutar que me cuente sus experiencias
Me he visto planear un viaje con Javiera y disfrutar al ver su sonrisa de felicidad
Me he visto ver a Fernando tomar una foto y disfrutar de su gran talento
Me he visto comer papas y beber jugo con los mejores amigos todos los jueves
Me he visto tal cual fui, soy y quiero ser. Agradecido de ustedes amigos

Esto ya se los había mostrado Javiera, Karen, Piera, Fernado y Anita, Los quiero.

PASAN LOS DÍAS, PASAN LOS AÑOS


Pasan los días, pasan los años
Mi vida sigue su curso ordinario
Los demás crecen, crean y viven
Yo en cambio, mi vida paso como ermitaño

Pienso en lo que podría hacer  mañana
Pero cuando llega, solo veo el ayer
Trato de avanzar y no puedo
Trato de vivir y no puedo

Pasan los días, pasan los años
Cada quien tiene sueños y metas que cumplir
Pasan los días, pasan los años
Y sus sueños van alcanzando

La vida es corta
¿De que sirve esperar? Me cuestiono
Me imagino obteniendo mis metas
Pero, ¿Por qué se queda solo en mi imaginación?

Pasan los días, pasan los años
Me decido a cambiar
Pasan los días, pasan los años
Y cambiar nunca ocurre, solo fue una ilusión

Las metas ellas ya las han alcanzado
Sus vidas han cambiado
Sin embargo la mía
Estancada ha quedado

Pasan los días, pasan los años
No pensar en el mañana me he propuesto
Pasan los días, pasan los años
Mis sueños los dejo en mi mente

No logro nada con pensar
Solo vivir es mi opción
Vivir el momento
Mientras pasan los días y pasan los años.