Qué podría ser
esa llamada que dejo tan preocupado a Valentín? Su cara seguía seria. A través
del auricular se oían gritos llamándolo por su nombre, era una mujer.
- ¡Te siguen
hablando!- Mi voz rompió su pensamiento. Recogí el teléfono y se lo pase
rápidamente.
- ¿Cuándo? ¡La
próxima semana! Deberían haberme dado más tiempo. Debo preparar muchas cosas.
Está bien. Gracias Alejandra por avisarme.
Corto la llamada y un silencio
rotundo inundó la oficina. Esta vez sentía miedo de preguntar. ¿Por qué su
reacción? ¿Qué será aquello de la próxima semana? Los pensamientos más feos se
apoderaban de mí mente. Su mirada se conectó con la mía.
- ¿Me vas a
decir que está pasando? Llámeme loco, pero cualquiera que haya visto la primera
expresión en tu rostro hubiese pesando lo peor.
- ¿Quieres un
café?- Su cara se iba relajando de poco y yo era quien estaba con los nervios
de punta. ¡Y más encima me ofrece un café!
- No, solo
quiero saber qué pasa.
- Hace unos
meses atrás, recibí un correo de la administración del hotel Gran Palacio en
Argentina. Las cosas no han ido del todo bien por allá.
- ¿En que
sentido no van bien? –Esta situación ya me parecía un tanto extraña- Se supone
que el Hotel de allá es mucho mas grande que este, debiera estar todo muy bien.
- Unas semanas
atrás, recibí algunas quejas del área de finanzas y estas avalaban mis
sospechas.
-¿Qué quieres
decir?- ¡Bienvenida sea la curiosidad!
- Según la
información que manejo, el jefe de esa área ha estado transfiriendo parte de
los dineros que ingresan a sus cuentas en un banco en Londres.
-¡Qué! – dije en
voy alta- Eso es gravísimo, y… ¿Qué piensas hacer?
- Mi abogado
esta a cargo de todo esto en Buenos Aires y ya lo han detenido. Debo hacerme
cargo de los tramites y del hotel allá.- Esto no me lo veía venir. ¡Valentín en
Buenos Aires!
Querría disfrutar este día con el,
raptarlo para salir de paseo, comer algo en algún lugar o simplemente ir a casa
y estar un rato juntos a solas, pero esto cambia drásticamente mis planes.
- Entonces…
¿Cuándo te vas?- La tristeza llenaba cada parte de mi corazón, pero no podía
ser tan egoísta. Esto es parte de su trabajo.
- El vuelo sale
a las Seis, ya lo han arreglado todo- Mire el reloj en el muro, las tres con
veinticinco minutos.
- ¿Quieres que
te ayude con algo? ¿Tal vez ir a casa a buscar algo de tu ropa?- Sentía un gran
nudo en mi garganta.
- No te
preocupes, Alejandra viaja conmigo.- ¿Sabrá esto Leandro?
- Bueno entonces
te dejo para que alistes todo y puedas viajar tranquilo. Nuestra celebración
queda pendiente hasta tu regreso.- Me levante y me dirigí hacia el para darle
un beso de despedida.
- No quiero que
te vayas aun.- Tiro de mi y me sentó sobre sus piernas. Me gustaría que me
acompañaras.
- Valentín, no
puedo. No tengo dinero para un viaje así.- Sus brazos me apretaban fuerte
contra su pecho.
- Ya te he dicho
que ese no es problema. ¿Vamos?- Sus labios rozaban mi cuello. Sus manos
recorrían mi espalda. Me encanta cuando con sus besos me hace sentir pasión y
deseo.
- Valentín para,
no insistas. Ya habrá un momento para viajar.- Con cada una de sus caricias
podía sentir que su erección iba aumentando.- Además estarás muy ocupado para
estar conmigo.
- La próxima vez
si o si viajas conmigo- Mis manos ya estaban tocando su pene por sobre su
pantalón.- Estar así contigo es el mejor regalo de cumpleaños.
- ¿Qué mas
quieres que haga en tu cumpleaños?- dije entre gemidos.
- Solo déjate
llevar.
Sus manos recorrían fuertemente mi
cuerpo. Valentín desabrocho mi pantalón y lo bajo exponiendo mi erección.
- ¡Eres mío!-
dijo con su mano en mi pene.
- Solo tuyo-
incline mi cabeza hacia atrás.
- Dame un
segundo- Levanto el teléfono e hizo una llamada. –Isabella, estaré ocupado con
una llamada, no estoy para nadie y colgó.
- ¿En que lugar
esta ella?- pregunte curioso de saber la ubicación de mi archí enemiga.
- En unas
oficinas mas allá, no escuchará nada. ¿En que estábamos? ¡Ah si!
Lentamente masajeaba mi pene, mi
cuerpo se dejaba llevar por lo que el me hacia. Sus toques producían pequeñas
descargas eléctricas que recorrían mis brazos y piernas. Cerré los ojos y sentí
como sus labios y lengua hacían lo siguiente. Una vez mas su oficina era
testigo de lo que juntos podíamos hacer, pero esta vez nadie nos iba a
interrumpir… eso creo.
- ¡Detente! Me
harás acabar- Se levanto y me beso.
- No quiero que
te vayas aun, no sin mí.- con su brazo movía algunas cosas de su escritorio
dejando un espacio en el. – Acuéstate boca abajo.
Hice caso a sus órdenes y unos segundos después pude sentir como su
lengua pasaba por la entrada de mi ano. Valentín sabe como satisfacer cada
parte de mí.
- ¿Te gusta?
- Si, todo lo
que me haces, me gusta- Los gemidos eran cada vez más fuertes.
- ¿Quieres que
te lo haga aquí? – La morbosidad de sus palabras me excitaba- ¿Quieres que te
haga el amor sobre el escritorio?
- ¡Si!- grite.
Comenzó a dilatar mi ano con sus
dedos. Primero fue uno y luego dos. Cuando ya estaba listo sentí como la punta
de su pene lentamente iba entrando. Sus manos tomaban mis caderas para no
perder la sincronía que nuestros movimientos adquirían. Sus gemidos se
intensificaban y su fuerte respiración hacia cosquillas en mi cuello.
Hacerlo sobre su escritorio siempre
fue uno de mis sueños que ahora dejaba de serlo, ¡Era real! Introdujo su pene
en mi interior. Sus movimientos eran lentos, pero cargados de placer. Valentín
sabía cómo complacerme. A estas alturas ya conocía cada parte de mí y lo que me
gustaba. Nos complementábamos perfectamente y con gran armonía.
- ¿Esta es tu
forma de despedirte?- Le dije entre gemidos. Mire nuestra ropa que estaba
esparcida por toda la oficina.
- Es un hasta
pronto- Acercó su boca a la mía- No te imaginas las ganas que tengo de que me acompañes.
- Ya lo
hablamos- Sus embestidas eran más fuerte, producto de eso algunas cosas del
escritorio cayeron.- ¡Menos mal nadie puede vernos y oírnos!
- ¿No encuentras
interesante que alguien pueda vernos?- De solo pensarlo mi morbosidad aumentaba. Imaginar que toda esa gente fuera espectador de lo que
estamos haciendo, era excitante.
- Igual me
gustaría- respondí ente jadeos
- Lo sé, pero
solo yo puedo tenerte. ¡Nadie más! – Sus gemidos pasaron a ser gruñidos
intensos, ya no le importaba quien pasara por fuera o quien podía escucharnos.
- ¡Voy a
acabar!- dijo a mi oído y tras un grito de placer de ambos, dimos por terminado
uno de los encuentros más calientes que hubiésemos podido tener. – ¡Te amo y no
me cansare de decirlo!
Podía notar en las palabras de
Valentín que sus sentimientos eran verdaderos, y cada vez lo comprobaba con sus
gestos. Se que es apresurado, pero no podía quedarme callado ante esta
declaración,
-También te amo.
- Ni te imaginas
como me gusta que digas eso.- Valentina beso mi frente- ¡Ya! debemos
arreglarnos. Te voy a dejar a tu casa.
- Pero tienes
que viajar, no te preocupes, puedo irme solo- La simple idea de que se fuera a
otro país, me entristecía.
- He dicho que
te voy a dejar y es mi última palabra.
Salimos rumbo a mi casa. Fue un
viaje tranquilo, pero cargado de tristeza. Se iba en el día de su cumpleaños, y
no lo iba a ver quién sabe por cuánto tiempo. Sin embargo era su trabajo y no
podía ser tan egoísta. La situación en Buenos Aires era bastante seria y él
debía estar allá.
Trata de alejar mis tristeza
cantando. A Valentín le gustaba cuando cantaba. No tengo la mejor voz, pero si
se me dan las ganas de hacerlo, lo hago donde sea.
- Llegamos-
estaciono el auto fuera de mi casa.
- Espero tengas
un buen viaje, y me llamas o me envías un mensaje cuando estés por allá.- le
tome la mano con fuerza.
- Por supuesto.
Y tu pórtate bien- cerro uno de sus ojos. Ese guiño que me encanta.
- Siempre lo
hago, tú eres que debe comportarse.
- Siempre lo
hago.- una vez más imitaba mis palabras.
- ¡Ya! debes
irte. No quiero ser el culpable de que llegue atrasa….
Mis palabras fueron interrumpidas
por su beso. Ese beso lleno de tristeza por la despedida, pero con el dulzor de
un reencuentro. Baje del auto y me quede observando como se alejaba al final de
la calle.
No quería entrar aun a casa, no
quería sentirme solo. Encendí un cigarro mientras revisaba Facebook en mi
teléfono. Tenía una solicitud de amistad de Ryan el australiano. La acepte y
automáticamente me hablo por chat.
Ryan
Hola.
Daslav
Hola. ¿Qué tal
el viaje?
Ryan
Bien. Me falta
conocer a alguien para que me enseñe Valparaíso.
Daslav
Allá encontraras
a muchas personas que quieran mostrarte la ciudad. Además que llamas mucho la
atención.
Ryan
¿Qué quieres
decir?
Daslav
Por que eres un
tipo guapo, las chicas te llegaran por montones.
Ryan:
Hahahaha Eso
quiero, alguna chica. Y tú, ¿Qué haces?
Daslav
Estoy fumando un
cigarro en mi casa. Mi pololo se acaba de ir a Buenos Aires, y he quedado solo.
Ryan:
¿Quieres decir
novia?
Daslav
No, tengo novio.
Ryan soy gay.
Ryan
Genial. Ya acabo
de llegar. Hablamos.
Daslav-.
¡Éxito!
Se desconectó luego de nuestra
conversación. Puede que sea un homofóbico o no, pero fue educado y eso es algo
que se agradece en estos tiempos. Tolerancia y Respeto.
Me quede un rato más en el jardín de
mi casa. Me fume otro cigarro. Ya la noche se hacia presente y con ella, el
frio.
El mensaje de Valentín no llego esa noche y menos una llamada. Me
quede dormido esperando, imagino que llego muy casando y lo olvido.
***
¡Tres días y
nada! No responde a mis llamadas y menos mis mensajes. Me estoy entrando a
preocupar. Alejandra tampoco ha llamado a Leandro ¿Qué estará pasando?
***
Ya va una semana
y estoy cayendo en la depresión total. Si no se nada de ese hombre, juro que
viajaré a Buenos Aires solo para poder matarlo. Es decir, mínimo una llamada.
No creo que sea tan tonto y haya perdido su teléfono.
***
Van diez días y
Valentín brilla por su ausencia… ¿Y si le paso algo malo? Daslav, aleja todos
esos pensamientos negativos de tu mente. Debe estar bastante ocupado con los
trámites legales en contra de aquel hombre que estaba estafando al Hotel.
Aunque no puedo negar que me lo imagino que se tomo vacaciones y esta con
cualquiera en aquel país. ¿Cómo no se le pasa por la mente que aquí puedo estar
preocupado? La rabia se apodera de mí y me dan ganas de estrangularlo.
¡Valentín ni te aparezcas, por que no te quiero ver ni en pintura!
***
Nunca pensé que iba a tomarle tanto
tiempo arreglar todos esos asuntos. El tema en si era delicado, pero… ¿Era
necesario desaparecer así?
Fui al hotel para ver si Leandro
tenía novedades de Alejandra y si la respuesta era negativa, hablaría con
Anita. Tal vez ella tendría alguna respuesta o podía contactarse con la gente
en buenos Aires.
- Le mande
varios mensajes, correos electrónicos y nada. ¡Estos cuicos creen que pueden
hacer lo que se les plazca con nuestros sentimientos!- Leandro estaba bastante
enojado y podía entender su rabia. No les costaba hacer una llamada para saber
que estaba bien. – Aunque a ratos pienso que les hicieron algo, ósea tu me
cuentas que viajaron por el tema de la estafa… Y si aquel hombre estaba
involucrado en una red de narcotráfico y ahora se encuentran secuestrados. ¡Nos
van a llamar para pedirnos dinero y no tenemos ni el uno porciento de lo que
nos pedirán!
- ¡No seas
ridículo!- No se si lo hacia para hacerme reír o de verdad, pero era inevitable
no imaginar a Valentín atado en un silla y un hombre con una pistola apuntando
directamente a su cabeza. Un escalofrío me hizo temblar.- Iré a ver a Anita,
tal vez sepa algo.
- Ya se lo he
preguntado varias veces. Se que le ha dado algunas ordenes con respecto a la
administración del hotel.- bajo su voz y se acerco a mi odio- y le dije que me
avisara si tenía información de los desaparecidos y por si pedían recompensa
por sus vidas.- Solté una carcajada nerviosa. Este hombre no perdía su sentido
del humor, ni en los peores momentos. ¿Sera que disfraza sus miedos de esta
forma para que nadie lo vea débil?
- Esperemos que
no sea tan alta la suma de dinero que pidan. Con suerte me alcanza para tomar
la micro- Le seguí la corriente, ya no sacaba nada con enojarme.- Regreso en un
momento.
De camino a la oficina de Anita, fue
imposible no sentir nostalgia al recorrer esos pasillos que me acompañaron por
unos meses. Varios colaboradores del hotel me saludaron cortésmente. Solo lo
hacían por que sabían que era “el pololo” del jefe, aunque igual me gustaba
sentirme un poco importante en aquel lugar. Menos mal no me encontré con
Isabella. Toque la puerta de la oficina de Anita.
- ¡Un momento!- era la
voz de Diego. En el interior se podían escuchar pasos y el movimiento de una
silla.- Adelante. Abrí la puerta y para mi sorpresa. Estaba León junto a él.
- ¡Hola! –Salude
incomodo.
- Daslav, ¿Cómo
estas?- Pregunto Diego.
- Hola- la cara
seria de León me observaba. Se me vienen a la mente mil cosas que podían estar
haciendo antes de que yo los molestara.
- Bien,
gracias.- Metí mis manos a los bolsillos y trate de no mantener contacto con
León que no dejaba de verme. – Estoy buscando a Anita.
- Esta en una
reunión.- Diego también se notaba incomodo.
- La esperare en
recepción, gracias.- me di la vuelta para salir de la oficina.
- Quédate, yo ya
me iba. – León tomo una carpeta del escritorio y se dirigió a Diego.- Hablamos
mas tarde.- Salió de la oficina sin mirar. ¡Wow! Veo que alguien me odia. Nota
para la lista “Hablar con León”.
- Toma asiento-
Le hice caso a Diego. Me senté frente a él.
- ¿Cómo han
estado las cosas por aquí?- Leandro me mantenía al tanto de mucho, pero nunca
era malo tener saber otras cosas.
- Ni te
imaginas. Desde que el Valent… el jefe se fue a Argentina. Anita se ha visto
cargada de trabajo, pasa en muchas reuniones. Isabella recibe todos los días
las llamadas del Señor Henríquez y empieza a ordenarnos- ¿Qué? ¿Puede llamar a
Isabella pero a mi no?
- Que bien.-
Trate de disimular mi enojo.
- ¡No esta bien
Das! Ella se cree la jefa de todos. Anita tuvo que pararle los carros porque
era mucho el abuso de poder que se estaba tomando. Ella es solo una
practicante.
- Entiendo. – No
me salinas mas palabras. Mis puños estaban cerrados. Trate de calmarme y
cambiar de tema. Por lo menos ya sabía que Valentín estaba bien. - ¿Qué onda tu
con León?
- Estamos saliendo. Es súper tierno, pero su
seriedad es lo que mas me atrae.- Diego sonreía feliz.
- Me Alegro.
Sigue adelante y que todo resulte bien. – Me levante, ya no quería esperar mas.
– Se me hace tarde, le dices a Anita que pase a saludar.
- Le doy tus
saludos.
Salí con dirección hacia la
recepción. Si les hubiese pasado algo, ya todo el Hotel sabría. Debía
contárselo a alguien. Leandro estaba atendiendo a una pareja, así que lo espere
un rato. Se despidió de ellos con una gran sonrisa.
- ¿Nunca te
cansas de sonreír?-le dije mientras me acercaba
- Tengo que ser
muy amable y a ti no te haría malo sonreír un poquito.- me revolvió el pelo.
- Tengo
novedades- apoye mi cuerpo en el mesón.- Valentín llama y envía las
instrucciones a Isabella. Ella es la que ha estado dando las órdenes por aquí.
- ¿La
dura?-Leandro se toco el mentón, en forma de pensador.- ¿Cuál será la excusa de
ambos para no llamar?
- No tengo idea,
pero sabes como que no quiero hacerme tantas preguntas. Ya me duele la cabeza
de tanto pensar y si les hubiese pasado algo ya sabríamos.
- Tienes razón,
ya habrá tiempo para las preguntas. ¡Oye! Es viernes y mi cuerpo lo sabe,
¡Deberíamos hacer algo!
- ¿Qué tienes en
mente?
- Da igual. Te
paso a buscar a las diez.
- Bueno.
Nos despedimos y me fui hasta mi
casa. Como llevaba el skate, me fui practicando por algunas calles tranquilas.
Necesitaba una desconexión del mundo. No entendía porque Valentín no respondía
a mis llamados y aunque tratara de no pensar en eso, se hacia presente en cada
momento. Cuando llegue, tendrá que darme algunas explicaciones.
Cinco minutos para las nueve, Leandro
estaba fuera de mi casa gritando. Mi madre lo hizo pasar y como ya era parte
del hogar, le sirvió algunas cosas para comer.
- Amo a tu
madre, es la mejor.- dijo mi amigo sentado en el sillón con los pies sobre la
mesa de centro.
- Ella ya te
quiere mucho.- Me senté a su lado.
- ¿Quién no me
quiere? – lanzo una carcajada muy fuerte.
- Leandro, el
mas querido- Me lance sobre el para hacerle cosquillas.
- ¡No! Para-
Leandro gritaba entre risas. – ¡No aguanto!- Me detuve
- No sabía que eras
muy cosquilloso.
- Si, mucho. –
Dijo entre lágrimas de risa- ¿Estas listo?
- ¿A dónde
vamos?- le pregunte.
- El leo tiene
nos invito a una junta en el departamento de uno de sus amigos, que es conocido
mío. Así que de allá somos.
- Voy por mi
chaqueta y nos vamos.
Salimos con rumbo al departamento
del amigo de Leonardo. Tomamos el metro en la estación Las Rejas con rumbo a
Los Leones. Ya en el exterior la fría noche hacia doler hasta los huesos.
Pasamos a una botillería cerca y compramos unas cervezas y unas papas fritas.
No me gusta llegar con las manos vacías.
- ¿Cuál de todos
estos edificios es?- pregunte mirando al cielo.
- Ese que esta
al frente. Es en piso quince.
- Menos mal
existen los ascensores- Dije sonriendo.
- Subamos.
Subimos por el elevador, ya le había
perdido el miedo a quedar encerrado en uno de estos. Lo bueno en el caso de que
pasara es que no iba solo. El piso quince se veía bonito, era un edificio
bastante bien arreglado. Leandro toco el timbre, a los segundos abrió la puerta
Leonardo.
- Buena hermano,
pensé que ya no llegabas.- Los hermanos se abrazaron.
- Nos retrasamos
un poco, pero aquí estamos.
- ¿Qué tal
Daslav?- Leonardo me dio un abrazo.
- Bien, todo
bien.
Entramos. El departamento era
amplio. No tenia sillones, si no que cojines gigantes alrededor de la ventana.
Había una mesa llena con sushi, bebidas, cerveza, ron y pisco. En la terraza estaba un chico, de la estatura
de Leandro hablando por teléfono. Nos miro e hizo una seña de que se unía en
unos minutos. Se veía bastante guapo.
- El es Bruno,
el dueño del depto.- En ese momento entro desde la terraza.
- ¡Buena Bruno!
¿Cómo estas compadre?- dijo Leandro
- Bien y ¿Tu?-
se abrazaron. – Estabas perdido, hace rato que no nos veíamos.
- El trabajo,
las mujeres y el skate no me dejan tiempo libre- todos se rieron.- Bruno te
presento a Daslav.- Bruno levanto una ceja, aquí es cuando tengo que repetir mi
nombre mas de una vez.
- Daslav, genial
nombre. Un gusto.- ¡Milagro! A la primera.
- El gusto es
mío, tienes un lindo departamento.
- Se hace lo que
se puede.
Leandro me sirvió una cerveza. Nos
sentamos a conversar mientras esperábamos que llegaran las demás personas.
Bruno era un tipo simpático, parecido en personalidad a Leandro. Era Veterinario y tenía una clínica en el
centro de Santiago. Su polola se encontraba en Chiloé, visitando a su padre que
estaba enfermo. A la media hora después llegaron varios chicos y chicas. Todos
muy agradables. En cuestión de minutos, el departamento estaba lleno. La música
de fondo era electrónica, jazz, y algo de pop.
Me tome otra cerveza mientras
hablaba con una chica que estudiaba diseño de vestuario. Tenía grandes planes
para futuro, pero había lapsos donde no entendía nada de lo que me decía y me
imaginaba el sonido que hacían los adultos en Charlie Brown. Leandro me hizo una seña para que fuera a donde se
encontraba él. Me disculpe cortésmente de la chica y acudí al llamado.
- ¿Quieres?- En
ese momento mi cara de sorpresa era máxima. En mi vida nunca había visto un
pito de marihuana, es decir, en vivo. Me dio miedo y la vez curiosidad de saber
que se sentía.- si no quieres, no hay problema.
- Nunca lo he
probado.
- ¿Enserio?-
Dijo Bruno. Leonardo me miro con cara de asombro.
- ¡Hey! No
pongan esa cara que me hacen sentir como un anormal.- Se rieron- Quiero
probarlo.
Estaba a punto de hacer algo que
nunca pensé que iba a hacer, bueno lo mismo dije con el cigarro y este se
volvió en una de mis adiciones. Solo iba a probar para saber que se sentía. Me
sentía en confianza, ya que estaba con mi mejor amigo y si me pasaba algo
supongo que el no me iba a dejar solo. Observe como Leandro lo hacía, no era
muy distinto a fumar. Me lo paso y lo hice tal cual el me dijo. Sentí el olor y
sabor de la marihuana, y el humo quemaba mi garganta. No pude aguantar mas y
comencé a toser.
- Típico de un
principiante- dijo en tono amable Leonardo
- No molestes al
pequeño. Esta descubriendo un mundo nuevo.- Leandro me abrazo.- ¿Qué tal tu
experiencia nueva?
- ¡Quema!- dije
mientras tosía.
- Ya te
acostumbraras- añadió Bruno.
Lo intente dos veces mas y ya estaba
aprendiendo la técnica de cómo hacerlo. Según lo que dijeron, esto solo me iba
a relajar. Y tenían toda la razón, mi cuerpo estaba como en una nube. Ya no
sentía el enojo contra Valentín, ni con nadie. Era una sensación bastante
genial.
- ¿Estas bien
Das?- pregunto Leandro.
- Si,
perfectamente bien. Nunca me habías dicho que hacías esto.
- No lo encontré
relevante.
- Bueno,
deberíamos repetirlo otro día.
-Si, pero ya es
suficiente por hoy- Me revolvió el pelo.- vamos a comer, me dio hambre
A nuestro alrededor, había gente que
estaba fumando tranquilamente. En otro sector estaban los que bailaban y al
lado de la mesa estaba yo y Leandro, comiendo. Mi amigo se veía feliz, y al
parecer yo también. El timbre sonó y como estaba cerca de la puerta, la abrí.
Para mi sorpresa era Alex.
- Hola Alex. ¿Cómo estas?
- Das, que bueno
encontrarte aquí. – Me estrecho la mano.
- Bruno esta
bailando.- entro y se saco la chaqueta, en el interior del departamento el
calor era inmenso.
- ¿Te trajo
Leandro?
- Si. Estoy
ampliando mi círculo de amigos. – El nerviosismo de estar con Alex, ya no era
problema.
- Genial encontrarte aquí. Te iba a mandar un
mensaje, hay una oferta de trabajo en las Torres del Paine, me pidieron a
alguien de confianza y pensé en ti. ¿Qué dices?
Que rico leer un poco mas de Das.. Interesante.. Rico el "cigarrillo especial".. jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo grande y espero que estes super. Cuidate.
Pablo (Conce).
Pablo: Me alegro que te haya gustado. Otro Abrazo para ti.
Eliminar:D
Creo que es como seguir el capitulo de una telenovela dia tras dia... Me pregunto que sera de el hombre desaparecido se habra sabido al final o no?? Jajajaja muy buenos relatos y mantengo lo que digo jajajaja no encuentro que sean exagerados. Jajaja saludines.. Ahh y viste al fin comente 😀😀😀😀😀😀😄
ResponderEliminarHola, me gusta que te guste... Eres un nuevo lector y te agradezco por darte el tiempo de leer. Espero mas comentarios.
EliminarAtte.
Orale, volviste! Por que tan perdido das? Un abrazo ��.
ResponderEliminarPancho.
Pancho, no te imaginas lo que he pasado últimamente. Pronto.saldrá por acá.
EliminarOtro abrazo para ti.
Daslav
Ooaayy das volviste que genial.
ResponderEliminarMaldito valentin que cresta le costaba hablarte .
Espero que el prox capitulo sea pronto
Kuhaylan
¿cierto? Con una llamada bastaba.
EliminarUn abrazo Kuhaylan
Daaaas me encanta que hayas vuelto no te pierdas tanto porfiiiii ajaja
ResponderEliminarComo siempre excelente relatoo aunque uuuy que rabia valentin jajaj espero los otros con ansias yaaa no me demore nada en leerlo se me hizo cortito :( un abrazo das
Gracias joven.
EliminarUn abrazo
Tanto esperar para esto? Decepcionado nuevamente. Tan dramáticamente que explicaste la llamada en el relato anterior, cuando solo era un problema en el hotel de argentina. Pensé que sería algo mas trágico como que su hermano sufrió un accidente, o talvez Alejandra sufriría un accidente y el cuidaría de ella haciéndolo dudar de su sexualidad, o aparecería una ex amante diciéndole que su hijo bastardo del que no sabía nada quiere conocerlo, o algo así, con mas impacto para la historia.
ResponderEliminarEste tambien deja esa sensación de que fué escrito a la rápida.
Lo del viaje suena un poco forzoso en el relato, suena ha una escusa rápida para que Das se involucre con su amor platónico del colegio, lo cual aún no pasa, pero pasará eventualmente
Gracias por leer de todos modos.
Eliminar:)
Yo cacho q la parte en dnd las órdenes pasan directamente por isabella es porque ella pillo a das y al jefe qleando, los grabó o algo así y usa eso como chantaje
ResponderEliminarTodo puede pasar con esa mujer, ella es muy mala.
EliminarSaludos.
Hola Daslav, para ser sincero yo había perdido toda esperanza de poder continuar con tu historia.
ResponderEliminarMe alegra que hayas vuelto, tu fiel lector.
Hola fiel lector.
EliminarMe imagino que varios de ustedes pensaron que no apareceria nunca mas, pero mi vida ha estado bastante complicada estos meses, pero aparezco siempre y cuando menos se espere.
Un abrazo y gracias por seguir leyendo.
Atte.
Una mierda , me encanta ����������
ResponderEliminarEste comentario es bueno y malo a la vez... : )
EliminarPara cuándo el otro?.
ResponderEliminarNo nos abandones por tanto tiempo Das!
Dentro de estas dos semanas. Espero.
ResponderEliminarSaludos.
2 semanas de qué planeta?
EliminarHola Los invito a Mandar aportes y Mostrar su historia a mi blog nuncamasdiscriminaciongay.blogspot.cl ya que Relatos flaites desaparecio del mapa :C ... en fin En el perfil de este saldra mi correo , lo mandan y lo publicare sin problemas :D Los espero!......
ResponderEliminarYa poh daaaaaas
ResponderEliminarYa pueeehhhh ... queremos seguir leyendo :D ...
ResponderEliminarHolaaa, das seguiras escribiendo o hasta aqui llego todo?? Bueno sea cual sea el caso ojala saber pronto de ti y que estes bien
ResponderEliminarDas, aparece
ResponderEliminarDas, aparece
ResponderEliminarFELIZ CUMPLEAÑOS VALENTIN (ATRASADO YA QUE FUE EL 27/06)
ResponderEliminarFeliz cumpleaños entonces para Valentín
EliminarY felices 8 meses de dejar botados a tus fieles seguidores! te pasaste! =)
Das, empecé a leer ayer tu blog y esta filete. Espero que sigas escribiendo.
ResponderEliminarSumaste un nuevo seguidor.
Saludos.
PD: vuelve pronto que me enganche de tu historia.
Pedir disculpas es poco, de hecho no sirven, pero de todod modos lo hago. Disculpen por dejar esto tirado. Fue irresponsable de mi parte, no tengo excusas suficientes.
ResponderEliminarHe vuelto a escribir, espero y voy a publicarlo dentro de este mes.
Un abrazo a los que comprenden y a los que no, otro abrazo mas.
Cariños
Daslav
Daslav querido ya me tenias con depresion esperamos con ansias seguir leyendote cariños para ti
ResponderEliminarOhh estoy llorando de la felicidad!que rico que vuelvas.
ResponderEliminarKuhaylan.
Un año después :c
ResponderEliminarMás de año que desapareces? En serio weona?
ResponderEliminarNo se puede ser así, no se puede y no se debe
y cuando más?
ResponderEliminarSaludos
D.R.
Se murio la prima... estas divas de blog son así...se creen estrellas y prometen...por qué no cierran esta wea y así no nos acordamos más de estas?? Una pérdida de tiempo...así como la borja....
ResponderEliminarDaslav Evans...
ResponderEliminarSigue escribiendo...
Atte.
V.
Volveras algún día?
ResponderEliminar