lunes, 14 de diciembre de 2015

CAPITULO 22


   Hay momentos incómodos y este. Sentía como mi estómago se apretaba ¿Qué habrá escuchado de mi conversación con Valentín? Se suponía que no iba a venir y ahora aparece vestido de Dark Vader. ¡Insisto! Esto igual se colocaba más tragicómico. León no despegaba la vista de mí.  En una mano sujetaba su casco negro y, su otro puño lo apretaba con toda su fuerza.

- ¡León! ¿Qué haces aquí?- Si me vio darle un beso, no sacaba nada con negarlo. Él desvío su mirada hacía Valentín- Me dijiste que no ibas a venir.
- ¿No puedo cambiar de opinión?- estaba enojado. ¡Es lo único que me faltaba!
- Valentín deberías entrar a la casa. Necesito hablar con León- Ambos voltearon su vista hacía mí.
- No, si tienes algo que hablar, quiero estar presente- Me tomo la mano. Lindo gesto protector. León nos fulmino con su mirada. Le solté rápidamente la mano a Valentín.
- ¡Por favor! ¿Puedes entrar?- Insistí. Su expresión era seria, pero aun así accedió.
- Estaré cerca- Camino pasando por el lado de León. Se rozaron levemente. Todo sucedía como si estuviera reproduciéndose en cámara lenta. Sus miradas no se juntaron en ese trayecto. Valentín entró en la casa y cerró la puerta. León caminó hacía mi botando se casco.- Debo ser sincero contigo- dije.
- ¿Cuándo me lo pensabas decir?- se paró frente a mí.
- León. Siento cosas muy fuertes por Valentín. Desde mucho antes de conocerte. Y tú mismo me dijiste que no podías obligarme a sentir lo mimo que sentías por mí.
- ¡Y si tenías esos sentimientos por Valentín porque mierda te acostaste conmigo!- subía de a poco el volumen de su voz. Tenía la cara roja de ira. Me sentía fatal.
- No lo sé. Las cosas dieron solas. Tus actitudes me confundieron en un momento.
- ¡Yo te dije la verdad desde un principio! Desde aquel momento en el centro de ski.- tomo aire- Pudiste no hacerme ilusiones. ¿Sabías?
-  Lo se.- Era obvio, si yo tuviera la capacidad de decir que no. Esto no estaría pasando.
- ¡Yo te quiero por la cresta!
- León, Yo también te quiero, pero no del mismo modo que tú.
- ¡No sigas por favor!- Grito fuerte. Mis piernas temblaban al igual que mis manos. Menos mal que seguía sentado. Sin embargo el enojo se iba apoderando de mí. Nadie me había gritado de esa manera. ¡Ni mi madre!
- Puedo aceptar que estés enojado conmigo, pero no vengas a gritarme aquí. Esta no es tu casa y menos la mía. Así que compórtate un poco.
- No me impor…- Se quedó callado, su enojo cada vez se hacía más expresivo en su rostro. Continuó- ¿Te acostaste conmigo por despecho al ver a Valentín ese día con esa mina?- Logró dejarme callado. Ese día lo hice porque sentí que ya no tenía ni una esperanza de poder construir algo más con Valentín. Por otro lado León fue muy tierno, una cosa llevo a otra. Cerró los ojos y se cruzó de brazos,-  No hace falta que me sigas explicando nada. Ya me he dado cuenta que él único que hace el papel de estúpido soy yo. – Cuando abrió los ojos, reflejaban la ir, pero ahora había otro sentimiento. Dolor.
- ¡Lo siento!- Me asombre de mí mismo gritando en el patío.
- Ándate con tus “lo siento” a otro lado. Si hubieses sido un poco más sincero, las cosas serían diferentes. Te entendería.- La puerta de la casa se abrió. Valentín salía en compañía de Leandro. Ahora faltaba que llegara la doctora Polo y empezaran un juicio en mi contra. Me sentía fatal. Me daba vergüenza mirarlos a todos por los gritos que deben haber escuchado.
- Compadre no te vi llegar- dijo Leandro acercándose a León. Este se corrió. Su dolor lo estaba extendiendo a todos los presentes- ¿Qué te pasa?
- Pregúntale a Daslav, él puede responder todas tus preguntas o quedarse callado y decir lo siento- Leandro me miro con cara de ¿Qué le pasa a este?
- Baja el tonito por favor- Valentín hablo. León lo ignoro.
- ¡Cuéntales Daslav! ¡Cuéntale a Valentín lo que hiciste!- ¿Realmente esto está pasando? Se suponía que estábamos disfrutando todos, pero ahora se volvía todo en mi contra. La irá tenía cegado a León. A él ya no le importaba que los demás se enteraran de su homosexualidad. Se acercó a mí con sus ojos rojos a punto de llorar, de rabia. Estaba completamente fuera de control, su reacción me asustaba.
- ¡León cálmate!- dije. Sus palabras, su mirada, su comportamiento me hacía daño, pero en el fondo me lo merecía. Tarde o temprano iba a suceder. Valentín que era un simple espectador pasó a actuar.
- ¡Déjalo tranquilo!- Lo empujo para alejarlo de mí.
- ¡No me toques!- Le grito él. Cathy y Mauricio al escuchar los gritos salieron de la casa. En lapsos me sentía como en una teleserie mexicana. Solo faltaba que me empujaran, me golpeara la cabeza y quedara ciego.
- ¡Vete de mi casa!- Le grito Valentín. Leandro se acercó a León.
- Compadre vámonos. No estás bien. Mañana ya pensaras mejor las cosas.

            Segundos después, León se dio vuelta y un puñetazo dio directamente en el ojo de Valentín que cayó al suelo. Me acerqué a él para asegurarme en las condiciones que estaba. Se cubría el ojo con su mano. León al verme a quien socorría me fulmino con la mirada. Tenía ganas de llorar, pero no lo hice. Todo esto sucedía por mi culpa y ese golpe debía recibirlo yo, no Valentín. León se fue sin decir nada más. Leandro me miro triste por todo lo que sucedía y con un gesto de su mano me dio a entender que se iba tras León.

- ¿Te duele?- Le pregunté a Valentín mientras lo ayudaba levantarse.
- Veo que no es solo el cuerpo que tiene. Realmente es fortachón. Aún en estos momentos no perdía el sentido del humor.
- Valentín, lo siento. Todo esto es mi culpa. ¡Me da vergüenza mirarte!- Dije y era verdad. Me sentía avergonzado. Me hubiese gustado no haber ido a la fiesta y de esta manera evitar todo mal rato que pasaron todos.
- No será la primera vez que alguien me golpea por celos. Tranquilo Daslav, ya paso.- sus palabras no me tranquilizaban. Solo quería irme. Cathy y Mauricio se acercaron a nosotros para saber la razón de todo lo acontecido.
- Valentín esta fiesta cada vez se pone más interesante- Dijo Catherinne en tono de humor. Entre ellos se rieron. Yo no tenía ganas ni de sonreír.
- Vayan a seguir divirtiéndose. En unos minutos los acompaños- Tras decir esto, se retiraron para seguir en la fiesta. Nosotros nos quedamos un rato en silencio.
- ¿Por qué se puso así? ¿Por qué decía que tenías que contarnos algo?
- Valentín, te lo explicare todo, pero ahora no.
- ¡No!- su tono fue dominante. Me incómodo y él lo noto. Tomo mi mano y añadió- Quiero que me expliques todo ahora. Necesito entender. Debía hacerlo- Antes iré al baño y por un trago. ¿Quieres algo?
- No gracias- Se levantó y me dio un beso en la frente.

            El silencio del exterior no ayudaba. En mi mente, todo lo ocurrido daba vueltas. León había dejado expuesto todos mis sentimientos. No sabía cómo iba a afrontar a Valentín. Me levante y encendí un cigarro.  Empecé a caminar para poder relajar mis piernas. La noche se había puesto un poco más fría, pero no me importaba. Sentí que la puerta se abrió. Mi corazón se aceleró, pero era Fernando.

- Valentín nunca ha sabido defenderse- Me dijo mientras sacaba un cigarro.
- Yo tampoco sé cómo hacerlo.
- ¿Ósea que colocas la otra mejilla?- se río. Aunque lo conozco de esta noche. Fernando ha demostrado ser un tipo sencillo, amable y con buen humor.
- Un poco- Respondí. Su comentario me hizo sentir algo mejor.
- ¿Tienes cara de querer irte de acá?
- Ni te imaginas cuánto.
- Si quieres te llevo a casa- Su propuesta me dejo perplejo. ¿Y si la aceptaba?
- ¿Crees que es lo mejor?- Pregunté. Sus ojos delineados como el capitán Jack Sparrow me miraban intensamente.
- Pienso que debes hacerlo por ti. No pienses en nadie más. Has pasado bastantes emociones por hoy.

 Le di unas vueltas más al asunto. Acepte.

            No tenía ganas de enfrentar a Valentín y menos de seguir festejando. Y como un gran cobarde salí arrancando sin decir adiós a los invitados y menos al anfitrión del evento.

            Antes de subirme a la moto, le envíe un mensaje a Valentín:

Daslav:
Sé que soy un cobarde, pero en estos momentos no me siento psicológicamente bien para hablar. Lo siento.
           
Apagué el teléfono.

-¿Nos vamos?- Me dijo Fernando.
- Sí. Vamos.

            El camino a casa fue corto, pues yo vivía muy cerca de la casa de Valentín. Me bajé cuidadosamente de la moto. Intentando no caerme.

- Muchas gracias- dije.
- De nada. A veces las huidas rápidas son la mejor ayuda en momentos “extraños”-Hizo el gesto de las comillas con sus dedos- Es cobarde, pero te da algo de tiempo para pensar. Antes de irme…. ¿Quieres hablar?- Necesitaba desahogarme con alguien, pero no quería hacerlo aun.
- Me gustaría, pero en otro momento. Ahora solo quiero estar solo.
- Daslav. En los líos del corazón yo no me meto. He pasado o más bien estoy pasando algo. Sé que te gusta mi hermano -¿Tan obvio soy? Si, lo eres me respondió una vocecita en mi cabeza- Te he visto como lo miras y cuando apareció vestido de Príncipe. Se te salieron los ojos.
- Ahora estoy un poco incómodo. Estamos hablando de tu hermano.
- Daslav, tranquilo. No soy homofóbico. Siempre he pensado que mi hermano es gay. Él no lo ha aceptado y bueno pienso que si tu llegaste a su vida es por algo.- Eran lindas palabras viniendo de su hermano.
- ¿Ustedes se llevan bien?
- Valentín siempre fue el hijo favorito. En toda Familia hay uno, aunque los padres no nieguen y por lo mismo decidí irme a Barcelona penas tuve la oportunidad. A veces la envidia hace sacar lo peor de nuestras personalidades. - ¿Valentín, él favorito?
- Yo no tengo hermanos. En un principio mi familia eran mis padres y yo. Ahora solo quedamos dos. Nunca he tenido que competir con alguien más.
- Es lo peor. Tener que demostrar a los demás que eres mejor en algo. Para poder tener la aprobación.  Es una situación penca.
- Me imagino como debe ser.
- Bueno Daslav. Si no te lo he dicho, ha sido un placer conocerte esta noche. Espero puedas tranquilizarte y que tu amigo el boxeador se tranquilice.- ¡Boxeador! Me dio risa el término.
- Espero lo mismo.- mi cara reflejo una sonrisa y Fernando me la devolvió. Lo hacía de la misma forma que Valentín.
- Descansa y nos vemos luego.

            Se fue en la moto y ahí me quede solo en la oscuridad de mi casa. La soledad se volvió mi amiga y confidente. En estos momentos lo más obvio que podía pasar era que me pusiera a llorar. Que derramara muchas lágrimas por todo lo pasado. Pero yo no podía hacer eso. Desde que mi padre murió, prometí que no iba a volver a llorar. Debía ser fuerte por mi madre. Y así ha sido. Busque en el computador algo de música triste para poder hundirme más en el dolor del momento. Camila Moreno era perfecta para el momento.

Te quise entero te quise
Con toda tu frialdad
Sabía estaba pensando
En que me podría afectar
Te quise entero, en serio
Tan serio tan grave además
El día entero te quise
Con todo y su final.

La música es la única que relaja mi mente, relaja mi cuerpo.  Fui a buscar algo de beber. Encontré una botella de whisky que mi madre guardaba. Mi padre solía tomar un vaso todos los días antes de dormir. Decía que de este modo podía conciliar bien el sueño.

Un vaso no fue suficiente, dos tampoco. La botella entera se hizo poco pero ya no tenía nada más que beber. Me puse los audífonos para no despertar a mi madre. Eran ya las cuatro de la mañana cuando mis ojos se cerraron de cansancio.


Desperté y mi cabeza sentía que estaba a punto de explotar. Fui por una ducha para intentar quitar la resaca de todo mi cuerpo. El correr del agua por mi cuerpo ayudaba bastante, me relajaba. Me vestí con unos jeans negros, con una camisa a cuadros y mis Convers negras. Baje a la cocina para preparar algo para desayunar a la una de la tarde. Mi madre estaba viendo la televisión.

- Hola mamá ¿Como esta?- Muchos jóvenes tratan sus padres de tú, pero yo no puedo. Siempre los he llamado por usted, aunque siempre hago eso con la gente que es mayor que mí. Me prepare un café. Mmmm Café al puro estilo Homero Simpson.
- ¿Bien y tú?- Estaba mirando el Discovery H&H. Le gustaba mucho ver el programa Cake Boss. A mi también me gustaba. Las tortas eran hermosas, aunque su interior era simple, la decoración era lo máximo.
- Bien, me duele un poco la cabeza- Ya se estaba pasando un poco el dolor. Siempre he sido muy reservado con mi vida ante mi madre. Es poco lo que le cuento. No le iba a contar todo lo de Valentín y León, tal vez más adelante.
- La tía Any nos invitó a almorzar- La tía, era la mejor amiga de mi madre. Siempre nos había apoyado en todo. Era la única persona no familiar que se merecía de parte mía el título de tía.- ¿Vamos?
- Estoy cansado, pero vaya usted. No se preocupe por mí. Yo me preparo algo aquí.- Ya lo estaba haciendo, no creo que iba a comer algo más. Me hice un sándwich de queso y tomate.- Lo más probable que venga Leandro a buscar sus cosas más tarde.
- ¿Y no era que se iba a quedar aquí?- pregunto ella. ¡Verdad que le había dicho eso!
- Si, pero me vine antes. Me trajeron en moto.
- ¡En moto!- ¡Alarma de madre preocupada!- No me gusta que andes en moto.  Ya tú sabes porque te lo digo.
- Si mamá. Lo sé, pero estoy bien. Tranquila.

            Me senté con ella a terminar de ver el programa. Justo les toco hacer un pastel en forma de planta carnívora. ¡Era tan real! Ojala mis dotes culinarios fueran de ese modo. A lo más que puedo llegar es a hacer un queque, mi madre siempre me pide que lo haga ya que a ella no le suben,  y rosquillas. Mi madre se fue y me quedé solo. Subí a mi habitación para poder ordenar un poco. El día estaba radiante, perfecto para un paseo. Me hubiese gustado que estuviera nublado. Mi estado de ánimo no se reflejaba con el día.

            Encendí el teléfono. No quería hacerme el importante y menos preocupar a los demás. Pero necesitaba tiempo a solas sin tener que dar explicaciones. Los únicos mensajes que llegaron fueron de Leandro.

Leandro:
Lleve a León a su casa. Está mal ¿Qué mierda paso? No me lo quiso explicar. Lo único que dijo fue que no quería verte más.

            Era primera persona, de la cual yo sabía que me odiaba. Hay que decir las cosas por su nombre ¡León me odia!

Leandro:
¿Estás? ¿Daslav? Me tienes preocupado.
           
            ¡Fui un tonto! Porque no le envié un mensaje a él también.

Leandro:
¿Puedes creer que tuve que volver a la fiesta para enterarme que te habías ido? ¡Mínimo un mensaje! Eso no se hace.

            Ahora sí, para rematar el listado de gente enojada conmigo, debía anotar a Leandro en el principio. Sin contar que Valentín también debe estarlo por dejarlo abandonado.  ¿Cómo pasa una fiesta tan buena a ser el peor momento de mi vida?

            Decidí dormir un rato, pero el sueño no llegó. Así que encendí la tele y busqué alguna película para poder distraerme. Haciendo zapping llegue al Studio Universal. Donde justo estaba empezando El lenguaje de un corazón destrozado. El titulo me llamo la atención. Trataba de un enamoradizo joven escritor, su novia rompe con él porque necesitaba un tiempo. Este decide regresar con su madre. Las casualidades de la vida hacen que confunda su maleta con la de otra pasajera y así empiezan a conocerse.  Este canal, muchas veces da películas que son solo para la televisión, nunca llegan a la pantalla grande. Por esa razón, me encanta. A veces me gusta sacar frases y ocuparlas en mi vida diaria. Esta fue:

El amor es para la gente insegura
Que necesita una constante seguridad
Porque no puede estar sola.

            El golpe de la puerta me asusto. Baje corriendo para ver quién. Antes de abrir me detuve con la mano en el picaporte. Sea quien sea era hora de afrontar la realidad.
Leandro estaba parado a fuera. Intentando colocar una cara seria.

-¿Por qué mierda no me dijiste que te ibas?- camino hacia mí y me abrazo. Necesitaba un abrazo en ese momento aunque fuera retándome. Sentí como mis lágrimas. Me separe antes y evitar el llanto ¡Soy un hombre fuerte!
- Lo siento. Me sentí mal por todo. ¿Estás enojado conmigo aún?
- Nunca lo estuve, si me moleste un poco – Me soltó y se fue a acomodar al sillón.
- Vamos arriba, estoy viendo una película.
- ¿Mamona?- se rio. Él no podía enojarse conmigo y yo menos con él. Leandro se había vuelto en mi mejor amigo.
- Un poco…- respondí. Puso los ojos en blanco.
- Ya vamos a verla. Traje algo para comer.

            Se instaló en mi cama y saco el sushi que trajo. Como siempre estaba buenísimo. No logre terminar de ver bien la película, ya que todo el rato preguntaba: quién era el chico de lentes, quien era la chica de la librería, porque él no vivía con su madre y otras dudas que tenía que estar respondiendo. Moraleja nunca llevar al cine a Leandro.
           
            La película termino.

- ¿Ahora qué hacemos?- dije.
- ¿Hablemos de lo que paso anoche?- preguntó. Leandro estaba mirándome directo a los ojos.
- No se responde una pregunta con otra.- se rio- Sé que te debo una explicación.
- Empecemos por el principio. ¿Qué paso entre tú y Valentín?
- Nos besamos- Abrió los ojos como plato.
- ¿Ya? Cuéntame mas, pero sin detalles por favor.
- Él metió su lengua en mi boca- dije en todo de humor
- ¡He dicho que sin detalles!- reímos- Valentín me dijo que sentía  cosas por mí y nos besamos fue lindo, pero justo después llego León y ¡Dejo la caga!
- ¿Por qué su reacción?- Preguntó. Veía su confusión.
- Leandro, Entre León y yo pasaron cosas. Ese día que nos dejaste solos… –hice una pausa. Leandro solo observaba.- Me acosté con él.
- Recuerda, sin detalles.
- Trato de hacerlo sin detalles. Ese día vimos  a Valentín y Alejandra juntos. Yo no sabía que era su mejor amiga. Y sentí celos.
- ¿Te acostaste con León por despecho?- Se puso serio.
- No lo sé. Mira, León es muy cariñoso. Pero yo siempre le dije que no sentía las mismas cosas por él. Me siento mal, y lo que menos necesito es que me juzgues por todo esto.
- Tranquilo, no te estoy jugando. Pero si debo decirte que León está mal. Anoche lo deje en su casa y rompió algunas cosas- siempre lo vi relajado, no tan agresivo. Me lo imaginaba todo y me acorde del combo que le dio a Valentín.- Debes hablar con él.
- Anoche no estaba bien.
- Debería estar más relajado ahora. No menos enojado.- Leandro se acostó en mi cama como si fuera la de él y llevo sus manos atrás de su cabeza- ¿Por qué no me contaste lo que paso entre ustedes?
- León me pidió que no te dijera.
- ¡Pero Das! Entre tú y yo hay confianza.
- La hay, pero igual no niego que en algunas ocasiones me siento un poco incómodo hablando de estos temas contigo.
- Si te pido que no me cuentes detalles es porque no quiero entrar a imaginarme todo…. De hecho ya me lo estoy imaginando ¡NOOO! ¡NO SE COMO VOY A SACAR ESAS IMÁGENES DE MI MENTE!- grito y se rio- Pero en cuanto a lo que sientes aquí…- se acomodó y llevo su mano a mi pecho justo a mi corazón- Tal vez pueda ayudar. Somos amigos y de verdad quiero que confíes en mí, como yo lo hago en ti.
- Gracias- Se acercó  me dio un abrazo. Y luego me revolvió el pelo.- Mañana hablaré con León.
- Muy bien- Dijo con una gran sonrisa. Ojala todos tuviéramos un amigo como Leandro. En el peor momento de tu vida, siempre te va a subir el ánimo.

            Eran ya las seis de la tarde y Leandro intento enseñarme nuevamente como andar en el skate. Esta vez coloque todas mis ganas en aprender. El resultado fue que pude avanzar unos metros sin caerme e impulsándome con el otro pie.

- Con unos años más de practica y dejando de lado tu mala suerte, tal vez puedas llegar a ser un principiante del skate.
- ¿Principiante recién?
- Te estoy molestando. Vas bien encaminado, necesitas práctica.
- Necesito un skate. Si quiero practicar tengo que tener uno, para no aprovecharme siempre del tuyo.
- Tengo uno más en casa. Te lo traeré
- ¿En serio?
- ¡De más!

            Leandro se fue y me quede un rato más afuera. La tarde estaba perfecta. No tenía frío. Fui por mis cigarros. Me traje el celular y me puse los audífonos. Me senté en mi columpio de terraza.  Después de todo lo sucedido y con la ayuda de mi amigo no me sentía tan mal. Ahora solo quedaba afrontar a dos personas. León y Valentín.
           
Seguí escuchando música. Estaba concentrado escuchando a Radiohead con su canción Creep. Uno segundos más tarde un Hyundai Veloster de color negro se detuvo a fuera de mi casa.

            ¡Mierda! Aun no estaba preparado para hablar con Valentín.


28 comentarios:

  1. Agradecimientos

    Catherinne: por recomendarme algunas ideas en cada capítulo.

    Dxvid: Por la canción de Camila moreno.

    Lectores: Por tener la paciencia de esperar que suba el capítulo. Como siempre digo, me debo a ustedes.

    Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por mantenernos atrapados con tu historia, puede llegar a ser una guía para alguien, un abrazo para ti Daslav, TK, buh-bye!

      Eliminar
  2. No podría tener un amigo como Leandro porque terminaría enamorandome en algún momento

    ResponderEliminar
  3. La sal eh buena pa la mardicione gitana y pa la mala suerte jajsjajsjasj pd wn ojala allas recivido mi mensaje ,Saludos :D

    ResponderEliminar
  4. Seba^.^ :buenisimo relato... Creo que daslav se esta puro calentando la cabeza si desde un principio el dejo claro sus sentimientos a León, y este tipo estan bipolar... No quiere hablar.. Se enoja solo, peor que pololo psicopata
    Saludos :)

    ResponderEliminar
  5. uuuuu q bueno el capitulo, la media cagaita!!! igual me dio pena el leon jajajaj y me lo imagine así todo fortachon dejando la caga jajajajja y leandro (suspiros) tan buena onda q es, quien fuera alejandra jajajaj ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido al Fan club oficial de Leandro Rodríguez.

      :D

      Eliminar
    2. Nada de fans club aquí, Leandro es mío y no lo presto ni comparto a nadie

      Eliminar
    3. jajajaj ¡Todos quieren a Leandro!

      Eliminar
  6. Primera vez que escribo algo.

    leí todos los capítulos, quede impresionado...

    ResponderEliminar
  7. Daslav emmmmm me dai permiso pa kitarte al valentin (: eq te tengo envidia jajajajaja na broma ..Saludos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jsjajs te reto a quitarme a Valentín.. Jajajanjs no sientas envidia. :)

      Eliminar
  8. me gustaría conocer a Leandro, de personaje secundario paso a ser mucho más, me gusta su forma de ser, siempre apañando con su buena onda, y para rematar (según lo leído) lo encuentro tierno xD.

    Saludos Das! excelente historia.

    ResponderEliminar
  9. Leandro es un gilipollas mejor me kiero con el daslav ,Creo q tengo sueños sexuales bb :O me fui cortao ahhh :ooooo

    ResponderEliminar
  10. Me enganche a la historia... no sé ni cómo llegué a aquí, pero me encanta! Saludos desde Colombia!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Colombia!

      Genial.

      Saludos por allá y gracias por leer.

      Eliminar
    2. Ufff esperemos que se arreglen las cosas con León y Valentín se aclare pronto.

      Quedamos atentos al nuevo capítulo daslav!

      Un abrazo gigante de tu fiel lector =)

      Eliminar
  11. Yo creo que todos queremos un leandro en nuestras vidas..

    ResponderEliminar
  12. das, cuando el otro capitulo ? :c ( RECUERDA QUE SE VIENE NAVIDAD! :c)

    ResponderEliminar