lunes, 19 de octubre de 2015

CAPITULO 13


- Dame un segundo Das... ¡Pase!- Grito Valentín. Yo me quede quieto, observándolo.  El destino ¿Qué me quería decir con esto? Ósea, estaba a punto de decirle a Valentín que me gustaba, pero esta interrupción me bloqueo de todo pensamiento y acción. Mis 20 segundos de coraje se  habían ido a la a mierda. En la puerta estaba Isabella, era ella quien me había arruinado mi gran momento.

-Daslav, Anita te ha enviado estos documentos para que los lleves al centro de Ski- dijo sin mirarme, su vista estaba quieta en Valentín.
- Gracias- respondí cortante. Se produjo un silencio incómodo. Yo mire a Valentín. Este a su vez fijo su vista en Isabella.
- Me retiro, permiso Valentín- dijo ella haciendo como que yo no existia. Camino hacia la puerta y salía. Antes de cerrarla hizo un gesto con su mano y le guiñó un ojo a Valentín.
-¿Daslav?- dijo Valentín. Gire mi cabeza desde la puerta hacia él. Su expresión era seria.
- Me tengo que ir se me hace tarde- respondí con nerviosismo esquivando su mirada. Fije mi vista en el reloj de la pared.
- ¿Qué me ibas a decir?- ¡Mierda! ¡Daslav inventa algo urgente! Me dije a mi mismo. Si le dices lo que realmente pasa, quedaras en ridículo.
- Nada… que me caes bien -conteste mirando su corbata color negro para no tener contacto visual con sus hermosos ojos.
- Es que…
- Me tengo que ir- interrumpí- ¡Hablamos después!- fui en búsqueda de mi bolso y salí corriendo de la oficina en dirección al ascensor.

            Ya en el elevador analice bien la situación, decirle a Valentín que me gustaba, era algo muy arriesgado. Primero debía averiguar si realmente era gay o no. Que llegara Isabella fue algo que me tomo por sorpresa, pero me daba más tiempo para hacer las cosas de otra forma y no dejarme llevar por los impulsos… o ¿Fue mi inseguridad y el miedo al rechazo lo que me detuvo? Isabella estuvo menos de cinco minutos, y yo podía haberle dicho a Valentín todo cuando ella se fue de la oficina, pero no lo hice. Creo que ya llegara el momento de hablarlo… ¿O No?

            De camino al estacionamiento no podía sacar de mi mente lo que estuve a punto de hacer ¿Qué hubiese pasado? En el estacionamiento, faltaban solo cinco minutos para las tres. No sabía quién era el estafeta que me llevaría al Centro de Ski. Me senté en una banca. Frente a mi estaba un furgón, en una de sus puertas estaba el logo del Hotel. Las iniciales HGP con varias estrellas alrededor.

            A las tres en punto, escuche unos pasos detrás de mí, era León que se detuvo a unos pasos de mí. Su expresión era como si hubiese visto a un fantasma
-¿Das? ¿Tú vas al centro de Ski? – Me pregunto mirando directamente a mis ojos.
- Sí. ¿Eres tú el estafeta que me llevará?- Es increíble. En todo este tiempo nunca supe en qué  departamento trabajaba y tampoco se lo había preguntado a Leandro.
- Así parece.- paso por al lado mío- ¿Vamos?- el subió. Yo me senté en la parte de atrás- si quieres puedes sentarte en el asiento del copiloto- añadió
- Prefiero sentarme aquí atrás. No me agradan mucho los furgones- El me observaba por el espejo retrovisor. Solo podía ver sus ojos.
- ¿Algún trauma?- preguntó. Poniendo en marcha el vehículo.
- Hace algunos años atrás, tuvimos un accidente. Mi padre… - aleje mi vista del espejo, mire hacia el exterior. Era inevitable no sentir tristeza al recordar ese episodio- Mi padre murió.
           
            El silencio se hizo presente por unos segundos. La muerte de mi padre era algo que aún no superaba. Si bien habían pasado varios años, su presencia nos hacía falta. El accidente marco mi vida.

-Lo siento- La voz de León me hizo volver al mundo actual.
- No te preocupes. ¡Estoy bien! – le ofrecí un sonrisa mientras pasaba mis dedos sobre mis ojos, no quería que me viera derramar lágrimas. No quería sentirme vulnerable menos frente a León.
- Pondré algo de música. ¿Te gusta The Smiths?
- ¡Me encanta!- dije. León coloco el CD en la radio del furgón. La primera canción fue Asleep. Esta banda la conocí cuando leí el libro Las ventajas de ser invisible. Siempre supe de la su existencia, pero para mí se hicieron conocidos cuando le puse real atención a sus canciones. La primera vez que los escuche, fue alucinante. Ya después se convirtieron en uno de mis grupos favoritos.

            El invierno se había hecho presente con mucha intensidad. En el cielo se podían ver las grises nubes que en cualquier minuto dejarían caer gotas sobre la ciudad. Me deje llevar por la música y por el hermoso paisaje a mi alrededor de camino al nuestro destino. Mis parpados pesaban y al cabo de unos segundos me quede dormido.

            Rara vez puedo recordar lo que sueño. Esta vez fue la excepción. Estaba de pie en el ascensor del hotel. La diferencia era que habían muchos más pisos, alrededor de cien. Presione el que llevaba a la azotea. Las luces empezaron a parpadear, típico de un elevador en mal estado o de los que aparecen en las películas de terror. Mi corazón empezaba a latir rápido, el miedo se apoderaba de mí. La puerta del ascensor de abrió. La lluvia caía fuerte, la podía sentir sobre mi piel al caminar. Llegue a la orilla del edificio, esperando ver la ciudad completamente mojada. Todo se veía muy pequeño desde arriba. Al darme vuelta estaba Isabella, ella colocaba sus manos en mis hombros y con toda su fuerza me empujaba. En cámara lenta mi cuerpo caía hacía el vacío.
-¡Daslav, despierta!- Abrí los ojos. Observe que León me hablaba y movía mi cuerpo. El furgón se había detenido al igual que la música. Solo se podía oír el choque de la lluvia sobre el techo del vehículo- ¡Menos mal que has despertado! Ya me estabas asustando.
- Tuve una pesadilla- No solo me bastaba tener que lidiar seis días de la semana con Isabella, si no que ahora en los sueños.
- Al principio, Vi que te quedaste dormido y no quise molestarte. Luego empezó a llover y al rato ya empezaste a moverte mucho. ¡Me tenías preocupado!
- Hace tiempo que no soñaba cosas feas- le dije. Observe el exterior. La nieve cubría casi todos los cerros y la vegetación.- ¿Llegamos?
- Estamos a diez minutos del Centro de Ski, hace bastante frio. Lo más probable que esta lluvia se convierta en nieve a medida que seguimos subiendo. Creo que deberías sentarte adelante.

            Me levante y a pesar de mis miedos, me cambie al asiente del copiloto. Tal como León lo dijo, la lluvia dio paso a la nieve. Hace ya varios años que no veía nevar. Más aun, en el lugar que estábamos, era un espectáculo hermoso. Saqué unos guantes de mi bolso y me los coloque ya que mis manos estaban heladas. La calefacción dentro del furgón no ayudaba mucho. Pasados diez minutos se podía divisar el edificio junto con algunas de sus instalaciones. A pesar de que eran recién las cuatro y media de la tarde. El cielo estaba bastante oscuro. Nos dirigimos al estacionamiento de funcionarios. León hablo con el encargado de aquel lugar y nos dejaron entrar. Si ya tenía frio dentro del furgón, cuando me baje me congele. Siempre me ha gustado el frío, el invierno y aunque toda esta aventura me tenía hasta la punta de la nariz congelada. Me gustaba.

            Nos apuramos en entrar al edificio. En el interior, todo era cálido. Grandes chimeneas se extendían por los lugares principales, grandes sillones con mantas en cada uno de ellos producían un ambiente hogareño. Le preguntamos al encargado de informaciones donde podíamos encontrar a Mauricio Santelices, él era el contacto de Anita con quien debía hablar. Este nos entregó unas identificaciones de visita y nos dijo que lo podíamos ubicar en el quinto piso. León no quería acompañarme, pero debido a mi insistencia, no tuvo otra opción.

            El señor Santelices nos recibió en su oficina, era más pequeña que la de Valentín, pero era acogedora. Una chimenea se imponía en una de las paredes, al  frente de esta, unos sillones junto con una pequeña mesa. Nos sentamos y le mostré los documentos que Anita envío.

-Para nosotros tener una alianza con ustedes es algo fantástico- dijo El señor Santelices- La idea principal de que viniera un representante de su Hotel es que puedan ver algunas de las instalaciones que ocuparan sus huéspedes. Además de firmar los anexos del convenio que se corrigieron.
- Claro, Anita y el Señor Henríquez me encomendaron que personalmente hablara con usted y de este modo poder hacer todo transparente y en con más confianza- Una joven hizo su entrada con una bandeja, en esta habían tres tazas con café y algunas galletas.
- Cathy, te presento a Daslav y León. Ellos vienen en representación del Hotel Gran Palacio- Ella es mi esposa Catherinne.
- Es un placer conocerlos- nos saludó con un beso en la cara- Mi esposo está ansioso y desea tener muchos más proyectos con ustedes- dijo Catherinne sonriendo.
- Para nuestro Hotel también. El Señor Henríquez está muy entusiasmado con todo esto. No haya la hora de que lleguen los huéspedes.
- ¡Muy bien!- Grito el señor Santelices
- Los dejare conversar tranquilos, vuelvo enseguida- Dijo su esposa y salió de la oficina

            La siguiente hora, el señor Santelices nos dio una catedra de como llego al puesto que tenía, además de varias anécdotas graciosas. Siempre soy un tipo muy reservado, me cuesta darme a conocer o entablar conversaciones con gente desconocida, pero esto no era el caso. Me sentía en confianza. León se reía, no sé si por protocolo, o porque de verdad le parecían chistosas las cosas que decía el hombre. Lo serio no se le iba. Pasados unos minutos, Cathy entro nuevamente en la oficina.

-Cariño ¡Afuera esta horrible! ¡Es una tormenta de nieve!- dijo mirando por la ventana.
- ¡Terrible!- el señor Santelices se levantó y camino hacia donde estaba su esposa. Observo por la ventana y añadió- No se pueden ir, el clima empeorara esta noche. Se supone que este frente de mal tiempo llegaría mañana en la tarde. ¡Se nos adelantó!
- Daslav, no podemos viajar con ese clima. ¡El viento podría dar vuelta el furgón!- me dijo León
- Chicos, ustedes me han caído muy bien. Y no dejare que se vayan con este clima. Así que pueden quedarse esta noche. Yo hablare con Valentín. Si mañana esto se ha calmado, podrán bajar- Cathy y su esposo, se acomodaron nuevamente junto a nosotros.
- No queremos causar molestias- Dije mirándolo a los ojos- Solo veníamos por estos documentos.
- No son molestias Chico. Para mí es un honor tenerlos aquí. Desde ahora son nuestros invitados especiales. Cathy acompáñalos a que coman algo y luego que les asignen una habitación y puedan descansar.

            Caminamos junto a Catherinne. En el trayecto, ella nos decía a que orrespondía cada puerta. Pude ver la sala donde los instructores de Ski se reúnen para luego dar las clases a los alumnos. La sala de trofeos, en la mayoría se podía ver al Señor Santelices con el primer lugar. El casino era grande, pero no como del Hotel, pero tenía un buen tamaño. Comimos Carne asada con puré de papas.  León se notaba algo incómodo.

            Nos llevaron a nuestra habitación. Había dos comas, elegí la que estaba al lado de la ventana.

-Creo que me iré a duchar para luego acostarme. Estoy cansado. Dijo León mientras entraba al baño.
- Vale, luego voy yo.

Hace mucho tiempo que no compartía la habitación con alguien, más aun con otro hombre. Me sentía nervioso, aunque el cansancio era mayor. Decidí enviarle un Whatsapp a Valentín, para avisarle en el caso de que el señor Santelices no lo hubiese hecho.

Daslav:
Valentín, hay una tormenta de nieve. Es imposible poder bajar ahora. El señor Santelices nos ha invitado a pasar la noche aquí para evitar accidentes. ¿Te aviso
Valentín:
Daslav. Si me aviso ¿Quién te acompaño?

Daslav:
León, el estafeta.

Valentín:
Ok, ¡Ten cuidado!

Daslav:
¿Cuidado? ¿Con quién o con qué?

Valentín:
Solo ten cuidado. Descansa. Buenas noches.

            ¿Qué tuviera cuidado? ¿Con León o por qué soy propenso a pasar accidentes o situaciones incomodas? ¿Eran celos que sentía Valentín?

            Llame a mi madre para explicarle todo, ella me dijo que tuviera cuidado con el clima y que aprovechara de conocer el lugar si podía. Estaba de espaldas al baño, sentí que la puerta del baño se abrió y era mi turno de ducharme. Me levante y fue imposible no quedarme pegado observando a León. La toalla le cubría de la cintura hacia abajo. Tenía el torso descubierto y húmedo al igual que su cabello. Me di cuenta que el gimnasio si hacia efecto en él, su cuerpo estaba muy trabajado. Pude  ver sus abdominales, pectorales y sus perfectos músculos en los brazos. León es un joven muy atractivo. Mi cara se puso roja y sentí calor. Me metí corriendo al baño. ¡Qué vergüenza! No por el hecho de ver a otro hombre semi desnudo, si no, porque me quede embobado mirándolo.  ¡Lo que necesitaba en ese minuto era una ducha con agua fría!

14 comentarios:

  1. Estimados Lectores:
    Perdón por el atraso, gracias por su comprensión.
    Abrazos

    Daslav

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  2. Muy buen relato...espero el otro!! Cuidate

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  3. otro otro otro!!!!! buen capitulo, espero subas pronto el siguiente :)

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    1. Estoy en eso.
      Tranquilidad.

      ¡Gracias por comentar!

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  4. me gusta para donde va todo esto... quizás llegue el mismísimo Valentín a rescatar al pequeño de las garras del León jajaj :) Excelente historia!

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  5. Esta muy bueno!!! Sube el otro luego porfa!! Me lo imaginé como 50 sombras de grey Gay jajajajaj saludos

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    1. Roberto:
      Estoy maquillando el capitulo 14. Así que atento.

      Saludos y gracias por leer y comentar.

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  6. Yo creo. Q me exaste demenos por tanta mardicion gitana pati q te mande jajsjasb bueno tu relato pero quemos accion sexo y pasion asiq apurate en subir el otro capitulo y no nos dejes metido cm el BORJA q es un maldito desgraciado y el mui hijo de su mama a medias cn su papa q nos avandono y q le.are una maldicion gitana cuando pueda y si nos ase eso te lo are a ti te destruire el pc y tu life a si q piensalo do veses o si no maldicion gitana pati ...


    Pd :Emm saludos a mi mama q no save de esto ajsjajjsjd cdt

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    1. Tu maldición Gitana me tiene sin cuidado jajajaj Mi historia es un tanto lenta, así que tendrás que esperar un poco mas para el sexo y la pasión.

      Saludos

      Pd: ¿Tu mama no sabe que?

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  7. De algo ups jasjjs se me olvido agregar en la parte de las amenzas. Q si llegaras a irte cm ek borja era "destruire tu pc tu life a valentin a el mundo mundial a el blog y sobre todo tu life asi q no me chulees diva cartagenera asi q te tengo leida la carta ybla maldicion gitana q tw are" eso era xD aaa y lo de lo q no save mi mama esq me meto a este blog xD saludos XDDDDD

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  8. Otro buen capítulo. Nunca me defrauda.

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