miércoles, 7 de mayo de 2014

CAPITULO 1

       Habían pasado ya diez minutos y el autobús no llegaba. Toda la gente que esperaba se cansó de hacerlo y se fue. Era el único en aquel lugar. Solo faltaban cinco minutos para que fueran las diez de la noche, el paradero estaba ubicado en el lugar más oscuro de la calle.

            Para momentos de espera agradecí a quien invento los audífonos, es increíble como al conectarlos al celular o cualquier dispositivo de música, uno se puede transportar automáticamente a un mundo donde solo estas tu. En mi mente, según la canción que estaba tocando, me imaginaba un sinfín de lugares, un sinfín de situaciones, solo era yo. Todos esos pensamientos se esfumaron al sentir la presencia de alguien que estaba detrás de mí. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, lo primero que pensé ¿Un ladrón? Espere sin mostrar algún gesto de miedo. Al final del camino una luz se aproximaba, era el autobús que pasó 20 minutos mas tarde de lo habitual. Me levante sin mirar a mí alrededor por el temor de ver quien estaba a unos pasos de mí. El transporte se detuvo, en su interior un hombre con aspecto de cansancio me deja entrar.

            Mientras caminaba velozmente hacia el asiento, sabía que la persona que estaba detrás de mí subiría. Levanto mi mirada y veo a un joven, usaba un bolso cruzado, audífonos parecidos a los míos, además de una camisa negra. A parte de los dos había tres personas mas, sentó un par de asiento delante de mí. 


            El camino hacia mi hogar era largo, alrededor de 25 minutos. Siempre los viajes se vuelven aburridos, pero esta vez existía algo que me hacia olvidar todo. Aquel joven que antes de sentarse me observo bastante. Sentí una conexión y  muchas ganas de hablar con él, me levanté y me senté a su lado y lo salude, veo su cara de asombro al ver que un extraño le esta hablando. Le comenté que realmente me asusto en el paradero y que no quise mirarlo por miedo a que fuera un ladrón. Al poco rato de hablar ya sabía muchas cosas de él, estudiaba para ser profesor, tenia 26 años y para suerte mía vivía a unas cuadras de mi hogar, me dijo que era bastante raro entablar una conversación con un desconocido en un autobús, pero le agrado hacerlo, y al final me pregunto si algún día quería salir a caminar o a tomar algo; de pronto la micro paró fuertemente, miro a mi alrededor y veo a aquel personaje misterioso levantándose para  bajar,  faltaban diez cuadras para llegar a mi casa y todo aquello que había pasado solo ocurrió en mi mente, una vez más mis pensamientos me jugaron en contra. Al verlo caminar hacia la bajada observé que algo se le había caído, un pendrive de color rojo, él ya estaba en la calle, recogí el objeto del suelo lo observé rápidamente y veo las iniciales V H S. Dos opciones se venían a mi cabeza: la primera sentarme nuevamente, esperar a verlo otro día en el mismo lugar para entregarle lo que perdió y la segunda: bajar de inmediato.

3 comentarios:

  1. Me gusta este primer capítulo, por el misterio que embarga al personaje misterioso y el manto de duda que se cierne sobre el narrador protagonista., dobde se cruzan su realidad y la ficción. Me hace recordar aquella gran novela de María Luisa Bombal, "La Última Niebla" (altamente recomendable).

    Mas de las veces me ocurre que suelo entablar conversación con extraños. Me agrada hacerlo.

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    1. Tengo vagos recuerdos de haber leído aquel libro en mi infancia. Tal vez porque en esos tiempos la lectura no era algo que me llamaba la atención.

      Me gusta que te guste el principio de esta historia.

      Muchas gracias

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  2. Me gusta este primer capítulo, por el misterio que embarga al personaje misterioso y el manto de duda que se cierne sobre el narrador protagonista., dobde se cruzan su realidad y la ficción. Me hace recordar aquella gran novela de María Luisa Bombal, "La Última Niebla" (altamente recomendable).

    Mas de las veces me ocurre que suelo entablar conversación con extraños. Me agrada hacerlo.

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